El padre François
Brune además de ser sacerdote católico es experto en
parapsicología, publica en el 2002 un libro donde denuncia una terrible
“verdad”, que el vaticano está en posesión de una máquina que es capaz de
mostrar el pasado como a través de un televisor, cualquier época y cualquier
lugar. Esto se logra manipulando las lecturas electromagnéticas del lugar en
determinado lugar en el tiempo y trasladándolas a electrones golpeando una
pantalla de TV común.
El aparato, según Brune, fue creado por el también sacerdote Pellegrino Maria Ernetti y un grupo de renombrados
científicos entre los cuales estaban Enrico Fermi y Wernher von Braun y ocupa el lugar de un
cuarto entero con una pantalla de tv al final de una pared con botones y
palancas para dirigir el aparato a la época y lugar indicados. Ernetti afirmaba
haber presenciado la crucifixión de Cristo entre otros grandes eventos de la historia.
AL pedírsele pruebas a Ernetti, este publicó lo que afirmaba era una foto
de Jesús durante la crucifixión que fue publicada en Italia y le dio la vuelta
al mundo. Adicionalmente a esto, afirmó haber visto varias veces y
copiado una obra de teatro en latín de Thiestes que presento como prueba
ante expertos..
En su lecho de muerte, Ernetti confesó que la fotografía era falsa y que la
obra la había escrito él pero que la máquina en verdad si existía, muchos de
sus amigos más cercanos afirman que fue la misma iglesia la que obligó a
Ernetti a publicar pruebas falsas para desacreditar su propia historia, pues el
vaticano quiere que la existencia del cronovisor siga en secreto..
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