Más conocido como Angelo (Giovanni)
Bragolin o "El pintor maldito". Fue un pintor italiano nacido en Venecia (1911)
afincado en España tras la Segunda Guerra Mundial. Es el supuesto creador, de fama algo
extraña, de una serie de 27 retratos conocidos como "Los niños
llorones". Estas obras están rodeadas de leyendas un tanto macabras.
Un periódico sensacionalista publicó una noticia sobre los cuadros, según la cuál, existían una serie de testimonios de bomberos que aseguraban que en algunos incendios provocados a los que habían acudido, encontraban uno de estos cuadros de los niños, que por causas desconocidas siempre quedaban intactos. Muchos eran los hogares que contaban con estas representaciones, por lo que la noticia creó gran impacto.
Sus obras han trascendido el posible echo de lo pictórico. La sensibilidad que emana de las obras influida por los acontecimientos sociales que se vivían en la época, han llevado a la creación de fábulas y leyendas que nunca han podido llegar a ser corroboradas.
Quizás estas historias un tanto terroríficas se deban por la falta de información y las contradicciones que hay sobre este pintor, creando por lo tanto, un alo de misterio que gira alrededor de sus obras...
Curiosamente, comenzó a utilizar el seudónimo de "Giovanni Bragolin" para firmar los retratos de estos
famosos niños. Obras que tuvieron una gran acogida.
Al parecer, Bruno Amadio, fue llamado
a filas como soldado en el ejército italiano durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue durante esa experiencia, precisamente,
cuando vio el sufrimiento que la guerra provocó en los niños de diversas zonas
del país. Esta angustiosa imagen provocó en Bruno Amadio un gran trauma, marcando fuertemente
la sensibilidad del artista, impregnando posteriormente sus obras de forma significativa.
Se dicen que sus obras atraen
desgracias a quienes las poseen. No obstante, han sido obras que han gozado de
una gran difusión mundialmente, siendo muy solicitadas sus reproducciones en
países como España o Inglaterra, ya que algunos creen que protegen a los niños
Se dice, que frustrado por su nula
fama como artista, Amadio realizó un pacto con el mismísimo diablo, para
que sus obras tuvieran el éxito deseado entre la sociedad. Cuentan por ello,
que en algunos de los retratos de estos niños, se encuentra oculto entre sus
pinceladas el demonio, que
parece querer devorar al niño, siendo tal vez por ello por lo que lloraban. Si
se gira el cuadro 90º, se puede observar una figura demoníaca en algunos de
ellos.
A la altura del pecho se puede ver esa cara que dicen que representa al
demonio.
Un periódico sensacionalista publicó una noticia sobre los cuadros, según la cuál, existían una serie de testimonios de bomberos que aseguraban que en algunos incendios provocados a los que habían acudido, encontraban uno de estos cuadros de los niños, que por causas desconocidas siempre quedaban intactos. Muchos eran los hogares que contaban con estas representaciones, por lo que la noticia creó gran impacto.
Se puede observar el detalle tan real de las lágrimas.
Sus obras han trascendido el posible echo de lo pictórico. La sensibilidad que emana de las obras influida por los acontecimientos sociales que se vivían en la época, han llevado a la creación de fábulas y leyendas que nunca han podido llegar a ser corroboradas.
Quizás estas historias un tanto terroríficas se deban por la falta de información y las contradicciones que hay sobre este pintor, creando por lo tanto, un alo de misterio que gira alrededor de sus obras...
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