La cantidad de bebés nacidos con el síndrome de
abstinencia neonatal se ha triplicado en el país entre los años 2000 y 2009.
El consumo abusivo de calmantes
por parte de las madres perjudica gravemente la salud de sus bebés recién
nacidos. Según un informe, en EE.UU. cada hora nace un niño adicto a estas
drogas.
La revista científica 'The
Journal of America Medical Association' ha dado la voz de alarma: la cantidad
de bebés que
nacen con síndrome de abstinencia, -patología causada fundamentalmente por el
consumo abusivo de opiáceos por parte de sus madres-, ya permite hablar de una
crisis a nivel nacional.
Las estadísticas son alarmantes:
cada hora un recién nacido en EE.UU. lleva en su sangre la adicción, en
especial de medicamentos. Estos bebés padecen temblores, escalofríos, fiebre,
vómitos y alta irritabilidad. Los varones presentan estos síntomas de forma más
patente.
“No es que el bebé sea adicto,
sino que su cuerpo necesita la sustancia”, señala el doctor Mark Brown, jefe de
pediatría de uno de los principales hospitales de Maine.
En los casos más graves a estos
recién nacidos les alivian los síntomas con pequeñas dosis de morfina o
metadona. Pese a lo impactante que pueda parecer el método, algunos expertos
aseguran que se trata del tratamiento más efectivo porque, de otra forma,
podrían sobrevenir "problemas muy graves e incluso la muerte”.
Según el informe, la cantidad de
bebés nacidos con el síndrome de abstinencia neonatal se triplicó entre 2000 y
2009. El incremento de este índice se vincula básicamente con el aumento
del uso de calmantes del dolor y de analgésicos por parte de mujeres
embarazadas.
Los autores del informe urgen al
Gobierno de EE.UU. a tomar medidas para afrontar el problema. Piden que se
informe más sobre este peligro a las mujeres embarazadas y que se instruya a
los médicos para que detecten los primeros síntomas de abuso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario