martes, 3 de julio de 2012

DELFINES, PERROS Y ELEFANTES, LOS MÁS INTELIGENTES


No solo los primates más cercanos al hombre han demostrado poder cerebral. Los delfines, los perros y los elefantes nos pueden dar algunas lecciones también. El cerebro del delfín tiene un “cableado” completamente diferente al de los primates, sobre todo en la neocorteza, que es el sitio clave de las funciones mentales superiores, como el razonamiento y el pensamiento consciente.


El parentesco de los delfines con los seres humanos es muy lejano: hace 95 millones de años tuvimos un antepasado común apenas remoto. Sin embargo, cuando se trata de inteligencia, la conducta social y la comunicación, algunos investigadores dicen que los delfines están tan cerca de los seres humanos como nuestros primos los monos.

O más cerca, tal vez.

“Ellos entienden conceptos como el cero, conceptos abstractos. Hacen todo lo que los chimpancés y los bonobos pueden hacer”, dijo Lori Marino, una neuróloga de la Universidad de Emory que se especializa en la investigación de delfines. “El hecho es que son muy diferentes de nosotros, pero al mismo tiempo nos parecemos mucho”.

Los investigadores han descubierto en los últimos años que para conocer los procesos de pensamiento en los animales no se trata de establecer su parentesco con el de los seres humanos. No es necesario ser primate para tener inteligencia.

Los cerebros de los delfines no se parecen en nada a los cerebros humanos, dijo Marino. Sin embargo, agregó, “cuanto más aprendemos de ellos, más nos damos cuenta de que tienen la capacidad y las características que consideramos propias de las personas”.

Estos mamíferos son capaces de reconocerse en el espejo y tienen un sentido de identidad social. No solo saben quiénes son, sino que tienen un sentido de cuáles son sus grupos y de dónde provienen. Interactúan y comprenden el estado de salud y los sentimientos de otros delfines tan rápidamente que pareciera que están en sintonía con los demás, dijo Marino.

Los que mejor entienden a los humanos


La inteligencia animal “no es una cosa lineal”, dijo Brian Hare, investigador de la Universidad de Duke, quien estudia por una parte a los bonobos —uno de los primates más emparentados con el hombre— y por la otra a los perros.

“Piense en ello como una caja de herramientas”, dijo. “Algunas especies tienen un martillo sorprendente. Algunas especies tienen un destornillador increíble”.

Para los perros, una herramienta principal es la observación obsesiva de los seres humanos y la capacidad de entender la comunicación humana, dijo Hare. Por ejemplo, los perros entienden muy bien cuando una persona apunta hacia algo, sea con una mano o un pie. Los chimpancés no lo entienden, dijo Hare, cuyo próximo libro se llama The Genius of Dogs (el genio de los perros).

Empatia y rescate.

Otro ejemplo son los elefantes. Establecen lazos de empatía, se ayudan mutuamente, trabajan juntos. Si se les pone un ejercicio clásico de cooperación, en el que los animales solo reciben alimento si dos tiran al mismo tiempo de los extremos opuestos de una cuerda, los elefantes aprendieron a hacerlo mucho más rápido que los chimpancés, dijo el investigador Josh Plotnik, director de investigación del elefante en la fundación Golden Triangle Asian Elephant, en Tailandia.


Estos animales lo hacen aún mejor que los monos en cuanto a empatía y rescate, dijo Plotnik. En la naturaleza, él ha visto elefantes detenerse y trabajar juntos para rescatar a otro elefante que cayó en un pozo.

“Hay algo en el medio ambiente, en la evolución de esta especie que es única”, afirmó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario