Durante los últimos meses de la
Segunda Guerra Mundial, los Servicios Secretos norteamericano y soviético,
mantuvieron una búsqueda desesperada por una máquina que estaba relacionada con
uno de los mayores secretos de la guerra, la fabricación de una bomba nuclear
nazi. La carrera por ser el primero en conseguir que la bomba atómica
funcionara, aparentemente estaba ganada para Estados Unidos, país que trabajaba
desde 1942, en el proyecto "Manhatan", como llamaban al plan
destinado a desarrollar este artefacto explosivo.
El colapso
del ejército nazi a principios de 1945 era indiscutible, sus comunicaciones y
suministros habían quedado destruidos.
Sin embargo el tercer Reich mantuvo el ánimo combativo de
millones de alemanes, prometiendo la existencia de "WuWa" la
WunderWaffen (arma maravillosa), la cual cambiaría de forma definitiva su
desfavorable rumbo en la guerra.
Un comando especial del servicio de inteligencia
norteamericano, fue ordenado a investigar y recopilar toda la información
posible referente al programa de la supuesta bomba atómica nazi, este grupo era
conocido como ALSOS.
El objetivo de la misión de los ALSOS, era descubrir qué
tan cerca estaban los nazis del arma, que su país utilizaría cuatro meses después
contra Japón.
Para obtener dicha información tomaron prisioneros muchos
científicos en sus propias casas, pero uno de ellos, Werner Heisenberg (en la
foto), quien obtuvo el premio Nobel de Física, en 1932, por la invención de la
mecánica cuántica, logró escapar de la ciudad dos días antes.
Heisenberg fue un reconocido científico en la Alemania
nazi. Le fue encargada la tarea de crear un reactor nuclear junto con el
ejército.
En 1942, los militares le solicitaron que fabricara un arma nuclear en un plazo no mayor a nueve meses, sin embargo, el científico negó tener la capacidad para crearla y perdió el apoyo militar.
Al huir de
Berlin, Heisenberg se dirigió a Haigerloch para continuar con el proyecto del
reactor, y contactó a Kurt Diebner, un científico con mayor experiencia en la
carrera nuclear, para que le proporcionara cubos de uranio. Sin embargo la
derrota alemana impidió que el proyecto se concretara por lo que el científico
enterró el uranio.
Hasta su muerte, en 1976, Heisenberg negó argumentando
motivos morales, que su investigación estuviese dirigida a crear una bomba
atómica.
Incluso, tras haber hallado los cubos que Heisenberg
utilizó, investigadores comprobaron que en ellos no había arrancado el proceso
de fusión.
Los miembros de ALSOS finalmente encontraron escondido en
una gruta excavada bajo una iglesia de Haigerloch, un reactor experimental, el
cual era identificado como B-VIII.
El artefacto era un recipiente grande de agua pesada, el
cual tenía en su interior, sumergidos dos reactores sin funcionar.
Al verlo, el jefe de la operación ALSOS, Samuel
Gouldsmit, informó que el proyecto de la bomba atómica de Hitler, fue un mito
creado para motivar la resistencia en la lucha de millones de alemanes, por lo
que aseguró que la "WuWa" no existió jamás.
Estas fueron pruebas que demostraban que los nazis no
sólo no lograron constuir el arma atómica antes que Estados Unidos, sino que
estaban muy lejos de contar con lo necesario para poder fabricarla.
Sin embargo en
el año 2005 un grupo de historiadores estadounidenses y alemanes encontraron un
plano de hace sesenta años, aproximadamente, que bien podría probar que la
Alemania nazi sí tenía conocimientos suficientes para construir una bomba
nuclear, además de que también había estado trabajando sobre la teoría de la
bomba de hidrógeno.
El descubrimiento fue dado a conocer por Mark Walker y
Reiner Karlsch, quien publicara un libro donde asegura que Hitler llegó a tener
en su poder una bomba atómica e incluso realizó una prueba de la bomba, poco
tiempo antes de que la guerra concluyera, declaraciones que la comunidad
científica internacional, criticó severamente.
El plano no está firmado, ni tiene alguna fecha escrita,
fue descubierto en unos archivos de Rusia junto con otros documentos sobre el
Instituto de Física de Berlin. También encontraron un informe escrito por Von
Wiezsäcker tras una visita a Copenhague, en 1941, un boceto de patente dibujado
por él mismo y un texto con un popular discurso dado por Heisengerg, en junio
de 1942.
Esta parte de la historia de la Segunda Guerra Mundial,
no sólo crea la duda sobre lo que sería actualmente el mundo si los nazis
hubieran logrado fabricar y utilizar primero la bomba nuclear, sino que también
le da otro sentido a lo que vivió Alemania durante el conflicto bélico.
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