Su efecto, al parecer, sería anulado por la testosterona
en los hombres.
El hallazgo podría explicar
porque las mujeres son, a menudo, más felices que los hombres.
El análisis -realizado por un
equipo científico estadounidense constituido mayoritariamente por mujeres- se
enfocó en la enzima (molécula) MAO-A, la
que afecta el nivel de sustancias químicas presentes en el cerebro
responsables de proporcionarnos una sensación de bienestar. Como parte de la
muestra, cerca de 350 hombres y mujeres fueron consultados acerca del nivel de
satisfacción respecto a su vida, interrogante complementada con la toma de una
muestra de saliva destinada a la realización de pruebas de ADN.
La enzima se clasifica en dos variantes, una más activa que la otra. En tal sentido, las conclusiones del equipo científico plantearon que sería la versión más ‘tranquila’ la que brindaría mayor felicidad a las mujeres, especialmente respecto a las que cuentan con dos copias.
Analizando el universo femenino participante en la muestra, los investigadores detectaron que un 59% de las mujeres tenía una copia de la molécula, mientras que un afortunado 17% tenía dos. En tanto, cerca de la cuarta parte de las participantes no registraba ninguna presencia del elemento. Por su parte, se estableció que muchos de los hombres que fueron parte del estudio también poseían la enzima MAO-A, pero no eran más felices que los demás. Sobre el particular, el profesor e investigador de la Universidad de Florida del Sur, Chen Henian, planteó que este resultado podría deberse a que sus efectos serían anulados por la testosterona.
Sin embargo, la ‘molécula de la felicidad’ contendría un particular "añadido": las personas que la presentan tenderían a consumir alcohol de manera excesiva y comportarse de manera antisocial, advirtieron los científicos.
La enzima se clasifica en dos variantes, una más activa que la otra. En tal sentido, las conclusiones del equipo científico plantearon que sería la versión más ‘tranquila’ la que brindaría mayor felicidad a las mujeres, especialmente respecto a las que cuentan con dos copias.
Analizando el universo femenino participante en la muestra, los investigadores detectaron que un 59% de las mujeres tenía una copia de la molécula, mientras que un afortunado 17% tenía dos. En tanto, cerca de la cuarta parte de las participantes no registraba ninguna presencia del elemento. Por su parte, se estableció que muchos de los hombres que fueron parte del estudio también poseían la enzima MAO-A, pero no eran más felices que los demás. Sobre el particular, el profesor e investigador de la Universidad de Florida del Sur, Chen Henian, planteó que este resultado podría deberse a que sus efectos serían anulados por la testosterona.
Sin embargo, la ‘molécula de la felicidad’ contendría un particular "añadido": las personas que la presentan tenderían a consumir alcohol de manera excesiva y comportarse de manera antisocial, advirtieron los científicos.
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