Por primera vez vemos una planta viva de la Edad de
Hielo. Hace 30.000 años, en el último período glaciar, una ardilla que vivía en
una tundra ártica guardó en su madriguera unas semillas. Estas se congelaron y
han estado todo ese tiempo sin descongelarse jamás.
Ahora un equipo de científicos rusos ha logrado de forma
asombrosa “revivir” la planta a partir de esas semillas congeladas, que fueron
halladas cerca del río Kolyma, en el noreste de Siberia.
Las semillas, que aparecen en el recuadro de la imagen,
crecieron, dieron flores blancas un año más tarde y hasta proporcionaron nuevas
semillas fértiles.
Esta proeza científica abre un camino fascinante, como es
la posibilidad de devolver a la vida animales de la Edad de Hielo, cuyos restos
se encuentran congelados bajo tierra, excepcionalmente conservados, desde
largos períodos de tiempo en las regiones más frías del planeta.
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