La Nasa estudia los denominados Eventos Luminosos
Transitorios para entender aspectos como el ‘tiempo cósmico’.
Los científicos de la Nasa están
investigando unos extraños y sorprendentes relámpagos, que se forman en la
atmósfera superior y duran apenas unas fracciones de segundo, para ver cómo se
forman.
En reiteradas oportunidades los
pilotos de aviones estratosféricos han observado ciertos fenómenos luminosos
que se producen en la atmósfera superior que se han catalogado inicialmente
como ovnis.
Desde la distancia parecen
emanaciones eléctricas ramificadas. Durante la noche, cuando el cielo oscuro
recuerda a las profundidades marinas, estos chorros azules también se parecen a
medusas azuladas o rojas. Como una maraña de relámpagos enredados entre sí que
solo duran una décima de segundo.
Parten de la cima de las
tormentas hasta una gran altura, como si trataran de escapar hacia el espacio
exterior: las descargas se forman a unos 70 kilómetros de altura y pueden
ascender hasta los 100 kilómetros para luego caer hasta los 25 kilómetros.
Estos extraños resplandores han
recibido los poéticos nombres de 'elfos', 'duendes' y 'chorros'.
Conos de luz de
milisegundos
La primera imagen en color de un
'elfo' de un rojo brillante fue hecha en 1994 gracias a un proyecto de la
Universidad Fairbanks de Alaska, patrocinado por la Nasa, a través de las cámaras especiales
que instalaron en dos aviones que sobrevolaron la ciudad de Oklahoma.
No obstante, los científicos
finalmente los identificaron y les otorgaron la denominación grupal de Eventos
Luminosos Transitorios (o TLE, por sus siglas en inglés).
Gracias al video de alta
velocidad, las películas filmadas a 10.000 marcos por segundo ayudan a los
científicos de la Nasa a entender mejor cómo está relacionado el tiempo en la
atmósfera superior con el tiempo en la atmósfera terrestre.
Estos TLE también presentan
diferentes colores y formas: se clasifican en 'elfos' (elves), 'chorros' (jets)
y 'duendes' (sprites).
Los 'elfos' son descargas
eléctricas en forma de conos que emiten una luz rojiza y se encuentran a una
altitud de hasta 100 kilómetros. Sus 'primos', los 'chorros', son conos de luz
azulada que se forman a una altura menor que los primeros, a 70 kilómetros. Los
'duendes' habitualmente son rojizos (a veces azules) y se producen a una
altitud aproximada de 50 kilómetros.
Las fotos y videos de los TLE permitieron
descubrir muchos secretos de los estallidos electromagnéticos y del 'tiempo
cósmico' alrededor de la Tierra, entre otros muchos aspectos.
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