El grupo que descubrió el bosón de Higgs intenta crear un
colisionador tres veces mayor que el actual.
Los científicos de la
Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) que hallaron ‘la
partícula de Dios’ intentan construir un nuevo Gran Colisionador de Hadrones
para sondear otro gran misterio del universo: la naturaleza de gravedad.
El grupo de investigadores
que comprobó una alta
probabilidad de la existencia del bosón de Higgs o 'partícula
de Dios', está dispuesto a ampliar los horizontes de la ciencia con
un Gran Colisionador de Hadrones (LHC) aún mayor.
Los científicos propusieron crear
un nuevo LHC que sea tres veces mayor que el actual, que costó unos 4.600
millones de dólares y se encuentra cerca de Ginebra.
Se espera que la nueva
herramienta científica conste de 80 kilómetros de circunferencia y bien
sustituya a las instalaciones del actual LHC, enterrado a 150 bajo tierra en la
frontera franco-suiza, o bien quede emplazado un lugar completamente nuevo.
El gran reto para este
‘colisionador 2’ será investigar las misteriosas características de la gravedad
y su naturaleza, para entender de qué modo sus leyes se cumplen tanto al nivel
de partículas subatómicas, como a nivel planetario, de estrellas y de galaxias.
En cualquier caso, es poco
probable que el nuevo LHC sea construido antes del año 2025, aunque los
investigadores no parecen dispuestos a esperar tanto como hizo Higgs, que
aguardó 68 años hasta que su teoría fue casi
comprobada.
La propuesta será presentada esta
semana en la reunión de uno de los organismos de CERN.
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