Estados Unidos podría anunciar el bloqueo de la
distribución de productos de Huawei y ZTE, tras determinar que estos podrían
representar una seria amenaza a la seguridad del país y a sus sistemas.
El pasado mes de agosto, se publicó que el Gobierno
estadounidense estaba investigando a las compañías chinas fabricantes de
dispositivos móviles y equipos de red Huawei y ZTE, para averiguar si reciben o
han recibido alguna vez subsidios por parte del Gobierno chino.
Al parecer estas investigaciones fueron motivadas, porque
había sospechas de que el hardware fabricado por Huawei y ZTE y que
posteriormente era vendido a los Estados unidos, era utilizado de forma secreta
para el robo de información o en la participación de ciberataques.
Ambas compañías negaron haber recibido subsidios por
parte del Gobierno chino.
Ahora dos meses más tarde, el Comité de Inteligencia de
la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, ha determinado que los
fabricantes chinos de dispositivos móviles y de red deben ser vetados en los
EEUU.
Este Comité acusa a estas compañías de soborno,
corrupción, comportamiento discriminatorio y violación de derechos de autor.
Hoy mismo podría publicarse un informe en el que se dicta que la inteligencia
de los Estados unidos debería focalizar parte de sus esfuerzos, en investigar
la influencia de los fabricantes chinos de dispositivos móviles.
Tanto Huawei como ZTE fabrican además de dispositivos
móviles equipos para redes como routers, switches y equipos de
telecomunicaciones. Estos equipos son utilizados en la construcción de los
sistemas que controlan redes de energía eléctrica, sistemas bancarios y
financieros, gas, petróleo, sistemas de agua, transporte, etc. El temor que
tendría Estados Unidos, es que la seguridad de cualquiera de estos sistemas se viera
comprometida por utilizar equipos que para ellos son supuestamente inseguros.
Según las filtraciones, Estados Unidos llevaría cerca de
un año investigando a los proveedores chinos de equipos para las
telecomunicaciones.
Desde Huawei se ha declarado, que las conclusiones del
Comité no tienen fundamento y han mostrado su profundo desacuerdo.
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