Las ondas infrasónicas del meteorito que la semana pasada
se fragmentó en el aire sobre los Urales, en Rusia, han sido las mayores
registradas hasta ahora por el sistema de vigilancia de la Organización del
Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO).
Así lo informó hoy esa entidad con sede en Viena y que
cuenta con una amplia red de estaciones de medición sísmica, hidroacústica, de
infrasonido y de radionucleidos, repartida por todo el globo para poder
detectar en cualquier rincón del mundo una explosión atómica.
"La explosión fue detectada por 17 estaciones de
infrasonido de la red", señala el CTBTO en un comunicado.
"Sabíamos que no es una explosión fija porque
podemos ver el cambio de dirección cuando el meteorito se dirige a la Tierra.
No hay una única explosión, está ardiendo, viajando más rápido que el
sonido", dice el científico de la organización Pierrick Mialle al explicar
cómo les es posible distinguir este tipo de explosiones de otras, como
detonaciones de minas o erupciones volcánicas.
"Científicos de todo el mundo usarán en los próximos
meses y años los datos de la CTBTO para comprender mejor estos fenómenos y
aprender más sobre la altitud, la energía liberada y cómo se rompió el
meteorito", añadió Mialle en la nota.
La organización señala que la estación más lejana que
registró la semana pasada ese sonido con una frecuencia de menos de 10 Hz, es
decir, por debajo del espectro audible del oído humano, se sitúa en la
Antártida, a unos 15.000 kilómetros de lugar de los hechos.
Hasta ese momento, el mayor evento de infrasonido registrado
por la red de la CTBTO fue la explosión de un asteroide en la atmósfera sobre
la ciudad de South Sulawesi, en Indonesia, en octubre de 2009.
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