El pequeño tiene una deformidad facial
incorregible, a diferencia de su hermano mellizo.
Si alguien critica a su mellizo, la respuesta de Oliver
Machin es sencilla y no admite réplica: "Es mi hermano, no importa cómo se
ve". Y es que en sus cortos siete años de vida, la pareja de niños
ingleses atrajeron muchas miradas debido a la condición que deformó la cara de
uno de ellos.
Cuando la madre de los mellizos, Charlene Machin, dio a
luz por una cesárea de emergencia en un hospital de Stoke - on - Trent, los
médicos tardaron cuatro horas en juntar el valor para informarle que uno de los
niños, llamado Harry, tenía una condición por la que la mitad izquierda de su
cara parecía haber sido borrada, informó el sitio Daily Mail.
"Empecé a llorar y le pedí perdón a mi marido, Mark,
porque pensé que era mi culpa", admitió la mujer. "La gente cree que
el instinto maternal se dispara apenas cargas a tu hijo por primera vez, pero a
mí no me pasó. Cuando lo sostuve me dio terror y pensé: '¿Cómo voy a amar a un
chico que se ve así?' Sonreí, pero para mis adentros estaba destrozada",
confesó la mujer.
Para colmo, los mellizos nacieron prematuros a las 32
semanas de gestación y pesaban poco menos de dos kilos cada uno. Por eso, Harry
fue trasladado a un hospital de Manchester donde los médicos se aseguraron de
que no sufriera ningún otro tipo de deformidad, y cuando eventualmente fue
enviado a su casa comenzó la larga y dura batalla por la aceptación.
"No podía sacarlo en el cochecito doble porque la
gente se acercaba a ver a los mellizos y salían corriendo cuando lo veían.
Gradualmente acepté el modo en que es. El momento culminante llegó cuando tenía
18 meses y los llevé de compras. Podía escuchar a otros chicos susurrando y
venían corriendo a ver a Harry y después se iban", relató Charlene.
"Entonces di vuelta el cochecito y se los mostré. Y
dije: 'Este es Harry' y les expliqué qué le pasaba. Después me sentí más
fuerte", señaló la mujer. Pero su hijo tuvo siempre un aliado
incondicional, aún desde antes de nacer: su hermano mellizo. "Hace poco
estábamos en un espectáculo infantil y escuché a Oliver decirle a otros chicos:
'Es mi hermano, no me importa cómo se ve'".
"Estoy feliz de que Harry siempre tenga alguien que
lo defienda, pero es mucho para que Oliver enfrente solo. Le carcome el
autoestima, pero protege tanto a su hermano que me enorgullece", aseguró
Charlene, quien señaló que este año su hijo será operado por cuarta vez en su
vida, no para reacomodar las placas de su cráneo, como cuando nació, sino para
crearle una órbita ocular que le permita llevar una prótesis, y una vida más
plena.
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