PERU - El
brusco despertar del volcán
Sabancaya ha llenado de temores a
los habitantes de la región de Arequipa.
En los últimos días, los pobladores de esa zona surandina
han sentido una intensa actividad
sísmica provocada por el volcán Sabancaya, en la provincia de Caylloma, y
observaban con temor la fumarola de humo que vomita hacia el cielo.
Según el director del Instituto Geológico Minero y
Metalúrgico (Ingemmet) de Perú, Jersy Mariño Salazar, los indicios de
reactivación de esta mole de los Andes peruanos está precedido por la emisión
de gases y vapores, como ocurrió hace tres décadas.
Pese a estas previsiones, el investigador también llamó a
la calma a los pobladores, porque oficialmente el Sabancaya no ha ingresado en
una etapa eruptiva con erupciones de lava y flujos piroplásticos.
El jueves se han reportado emisiones de baja densidad del
volcán, que expele una fumarola que se levanta por unos 1.000 metros, lo que ha
ocasionado la alarma entre la población de esa región, donde también se
encuentra la ciudad de Arequipa, la segunda en importancia de este país.
De acuerdo al grupo de investigadores del Ingemmet, se
han contabilizado alrededor de 536 movimientos sísmicos de baja intensidad
entre el 22 y 23 de febrero, con una frecuencia de 20 sismos por cada hora.
El volcán Sabancaya, que en lengua nativa quechua
significa “lengua de fuego”, cuenta con una figura intimidadora que se levanta
a una altura de 6.000 metros sobre el nivel del mar, lo cual hace temer a los
poblados cercanos de sufrir sus efectos de agravarse la situación.
Para el vulcanólogo Domingo
Ramos, una posible erupción de este macizo se desplazará por las
quebradas cercanas a lo largo de una extensión estimada en unos 12 kilómetros.
Sin embargo sostuvo que de
ocurrir la erupción, la principal amenaza para los habitantes podrían
ser los gases calientes, las cenizas, fragmentos de rocas y elementos químicos
como el azufre.
Aunque sólo son advertencias
preventivas para evitar daños personales, el investigador advirtió que este
tipo de fenómenos volcánicos queman todo a su paso y provocan la muerte debido
a las altas temperaturas. Pero la principal amenaza para los seres vivos,
animales, plantes y seres humanos, sería las lluvias ácidas, si estas
sustancias calientes se mezclan con agua.
Con este tipo de lluvias ácidas,
el riesgo potencial de afectación podría extenderse hasta un radio de 30 kilómetros
a la redonda, donde se encuentra el valle de Colca, una de las zonas de
Arequipa más visitadas por los turistas. Para los seres humanos, las
afectaciones podrían traducirse en la contaminación de agua, la
destrucción de cultivos y las sustancias tóxicas provocan enfermedades de la
piel y en los ojos.
Los especialistas del Instituto
Geofísico de la Universidad Nacional San Agustín indicaron que debido a la
persistencia de actividad del Sabancaya esta institución ha instalado una
estación de monitoreo en las inmediaciones para observar el volcán.
Los investigadores calculan que
ese volcán podría almacenar alrededor de 2,7 millones de metros cúbicos
de magma concentrados en las entrañas del coloso, que es visto como una deidad
mítica por los pobladores andinos de la zona.
Un grupo de investigadores
peruanos también viajarán a la comunidad de Maca, uno de los centros poblados
más cercanos al Sabancaya, y que sería uno de los más perjudicados si se agrava
la actividad del volcán.
Los últimos cinco movimientos
telúricos que se registraron en la zona volcánica afectaron a esa
comunidad destruyendo algunas viviendas, lo que provocó decenas de familias
damnificadas y afectados. El gobierno regional de Arequipa a declarar la
“alerta amarilla” para tomar medidas de previsión que permitan actuar de
inmediato ante cualquier emergencia.
En medio de los constantes sismos
y evidencias del despertar del coloso Sabancaya, algunos pobladores de Maca
ya han empezado a abandonar sus casas y tierras ante los riesgos de una erupción.
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