Johnson & Johnson ha sido la primera gran compañía
que eliminará ciertas sustancias químicas potencialmente peligrosas de sus
productos respondiendo así a las demandas que realizaban grupos ecologistas y
de consumidores estadounidenses.
Los compuestos químicos afectados son el formaldehído,
que fue identificado el año pasado por los científicos del gobierno como un
carcinógeno; o el dioxano, que en algunos estudios se ha visto asociado con
cánceres en animales. "Hay un debate público muy intenso sobre la
seguridad de los ingredientes que forman los productos de cuidado
personal", ha declarado Susan Nettesheim, del grupo de salud del
consumidor de Johnson & Johnson.
Aunque esta compañía se había comprometido a eliminar
estas sustancias en los productos para niños, como sus famosos champús, para
finales de 2013, la sorpresa ha llegado cuando ha anunciado la supresión de los
mismos también en los productos para adultos, afectando así a marcas como Neutrógena,
Aveeno o Clean & Clear, que se verán libres de formaldehído a finales de
2015.
¿Son tan peligrosos?
La decisión ha sido alabada por muchas organizaciones
que, como Kenneth A. Cook, presidente de Environmental Working Group, una de
las instituciones que ha negociado con la compañía el cambio de sus prácticas,
"es la primera gran empresa que decide unilateralmente tomar este tipo de
medidas".
En 2009, la Campaña por Cosméticos Seguros, una coalición
que incluye al Grupo de Trabajo Ambiental, analizó el contenido de decenas de
productos para niños y encontró que muchos de ellos contenían estos dos
componentes: el formaldehído y dioxano. Dichas sustancias no se encuentran en
el etiquetado de los productos porque, técnicamente, no son un ingrediente del
mismo.
"El peligro que tienen estas sustancias depende de
la concentración y cantidad que haya en los productos y en los champús,
lociones o productos de maquillaje. Lo normal es que estas cantidades sean
realmente muy pequeñas, por lo que es muy complicado desarrollar leucemias u
otros tipos de cáncer asociados al formaldehído", explica a ELMUNDO.es
Manuel Fernández Lorente, dermatólogo del Grupo de Dermatología Pedro Jaén.
"El peligro se puede encontrar cuando estas
sustancias entran en contacto con la mucosa o se ingieren. En el caso de los
productos para niños, que serían los más peligrosos, cabe estas posibilidades,
pero para que fueran un peligro de verdad tendría que ingerirse todos los días
durante años, porque son dosis muy pequeñas. Así, si los padres están
utilizando champús con estos compuestos no tienen que alarmarse, porque es muy
complicado que desarrollen problemas para la salud", indica este
especialista, que añade, "posiblemente se trate más de una campaña de imagen,
que de algo realmente dañino para la salud".
Con la misma opinión se mostraba Nettesheim que explicaba
que "nuestros productos son completamente seguros tal y como están en
opinión de los científicos e investigadores. no preocupamos por la seguridad,
pero a los consumidores les preocupan los informes de estos tipos de
compuestos, que afectan en grandes dosis que aquí no se utilizan y nosotros no
podemos ignorarlo, por lo que preferimos eliminarlos", asegura.
Más medidas
Johnson & Johnson ya ha anunciado que también planea
eliminar otros ingredientes que se han relacionado con problemas para la salud,
incluyendo los ftalatos, que tienen una variedad de usos para la higiene
personal, ya sea como refuerzo para el cabello en los sprays; o el triclosan,
una sustancia antibacteriana en jabones.
Con estas medidas, la compañía explica que su intención
es que "los consumidores se encuentren lo más seguros posible con nuestros
productos y no tengan ninguna duda sobre ellos", afirman en una nota de
prensa.
Por su parte, Lisa Archer, directora de la Campaña por
Cosméticos Seguros, ha explicado que su grupo seguirá insistiendo con otras
marcas de cosméticos y empresas de bienes de consumo incluidos Estée Lauder
Companies, Procter & Gamble, Avon y L'Oreal.
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