"En nuestro país tenemos una educación para ricos
y otra educación totalmente distinta para pobres”, dijo un portavoz de la Confederación de Estudiantes
de Chile, que convocó esta marcha.
Decenas de miles de estudiantes
chilenos volvieron a tomar este miércoles las calles de Santiago, en protesta
contra los altos precios y las desigualdades en el sistema de educación
superior del país. La segunda marcha en lo que va de año reunió a entre 80.000
y 100.000 personas, dependiendo de las fuentes.
La marcha desembocó en disturbios y varias detenciones. Algunos jóvenes con sus rostros cubiertos lanzaron piedras y otros objetos a la Policía, que los dispersó con chorros de agua, pero sin usar gases lacrimógenos esta vez. Pese a todo, se produjeron varios heridos entre los manifestantes, según atestiguan algunos medios de comunicación.
La marcha desembocó en disturbios y varias detenciones. Algunos jóvenes con sus rostros cubiertos lanzaron piedras y otros objetos a la Policía, que los dispersó con chorros de agua, pero sin usar gases lacrimógenos esta vez. Pese a todo, se produjeron varios heridos entre los manifestantes, según atestiguan algunos medios de comunicación.
Mientras tanto, el ministro de
Educación, Harald Beyer, dijo este miércoles en una entrevista a la AP, que el
Gobierno no cederá a las demandas de los estudiantes. El ministro destacó que
Chile ya tuvo una política de educación superior gratuita en la década de los
60 y que esta no trajo resultados positivos.
"El
Gobierno chileno ve la educación como un mercado más"
El analista político Salvador
Muñoz opina que los problemas de los estudiantes chilenos se deben a que el
Gobierno de este país ve la educación como un mercado más. “Básicamente, cree
en la educación privada y no pública, y todas sus medidas son consecuentes con
sus convicciones”, destaca el analista. En su opinión, las exigencias actuales
de los estudiantes exceden a las posibilidades del Gobierno y lo mejor que se
puede esperar ahora es la aparición en el futuro de una fuerza política que
podría cambiar las prioridades gubernamentales en una dirección más
democrática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario