El estudio de la evolución de primates y homínidos a lo
largo de la historia deja especímenes que llaman la atención por sus
características. Uno de ellos es el Giganthopitecus, un primate que vivió desde
hace un millón de años hasta hace 300.000. y que es el mono más grande que
jamás ha existido.
Los restos hallados de este antepasado de los orangutanes
se encuentran en China, India y Vietnam y se estima que pudo haber convivido
con el homo erectus en la región asiática.
Las magnitudes de este primate asustan. En cuanto al
peso, llegaba a triplicar el peso de un gorila al alcanzar los 500 kg. Su
altura tampoco deja indiferente a nadie al llegar, e incluso sobrepasar, los 3
metros.
Los más curiosos han hablado siempre de este animal como
un verdadero Yeti o «Big Foot» debido a su aspecto y su enorme tamaño.
Poco se conoce realmente sobre estos primates. Se cree
que su heredero directo más cercano son los orangutanes, y no los gorilas, en
cuanto a la fisionomía.
En cuanto a la dieta, los estudiosos se inclinan por
pensar que este gigante se alimentaba de manera herbívora basada en el bambú,
al igual que el panda, y acompañada por las frutas de estación.
Entre los pocos conocimientos que se tienen por los
huesos encontrados de estos primates, se ha considerado que la posibilidad más
factible para su extinción fuese un cambio climático y sus problemas de
adaptación respecto a otras especies.
Los primeros hallazgos de estos primates datan del año
1935 cuando el paleontólogo alemán Ralph von Koenigswald encontró un molar en
Hong Kong.
Durante años intentó investigar y conocer más sobre el
dueño de ese molar pero la llegada de la II Guerra Mundia y al ser tomado como
prisionero acabron con su trabajo.
Los huesos que aún quedan de estos animales son muy
cotizados en China al conocerlos como «huesos de dragón» lo que ha hecho que la
práctica totalidad hayan desaparecido de su lugar original.
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