El tercer heredero al trono británico que cumple servicio
en Afganistán es blanco del movimiento fundamentalista.
"Cualquiera que esté
luchando en nuestro país junto con EE.UU. es nuestro enemigo y lo vamos a
atacar. El príncipe Harry llegó a Afganistán y es un objetivo de gran valor
para nosotros. Talibán aplicará todas las fuerzas para arrestar o matarle
cueste lo que cueste", dijo el portavoz talibán Zabiullah Mujahid.
En una entrevista telefónica con
Sky News, el portavoz de los talibanes dijo que, desde el punto de vista del
movimiento, el envío de Harry a Afganistán fue un intento de silenciar el escándalo de las fotos
en las que el príncipe aparece desnudo.
“Para ocultar su deshonra, Harry tiene que demostrar que está luchando con los soldados británicos hombro con hombro”, dijo el portavoz talibán.
“Para ocultar su deshonra, Harry tiene que demostrar que está luchando con los soldados británicos hombro con hombro”, dijo el portavoz talibán.
El príncipe, de 27 años, llegó a Afganistán la semana pasada para participar en los combates contra los talibanes en el país y en la actualidad se encuentra en la base principal británica en Afganistán, Camp Bastion, en la provincia de Helmand.
En 2008 Harry ya pasó diez semanas de servicio militar en esta provincia afgana. En aquel entonces se vio obligado a regresar a Londres antes de lo previsto tras desvelar los medios de comunicación su localización.
Esta vez los planes del príncipe no han sido ocultados y el mismo Ministerio de Defensa de Gran Bretaña confirmó el hecho de su llegada a la base. El Ministerio evaluó la amenaza a la seguridad de sus pilotos de helicópteros de combate Apache en Afganistán como “baja” y comunicó que el príncipe llegó a Camp Bastion como miembro de un grupo de combate de cien personas.
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