California, Costa Oeste de Estados Unidos, se prepara
desde hace tiempo para el "Big One",
el gran terremoto que se cree puede devastar la región, pero ahora un nuevo
sistema de alerta busca dar a los residentes de este estado norteamericano
vitales segundos adicionales antes de que se produzca el megaterremoto.
El plan de 80 millones de dólares,
presentado por el legislador Alex Padilla y expertos del Instituto de
Tecnología de California (Caltech), prevé usar la tecnología ya existente en
Japón para emitir advertencias a partir de sensores subterráneos.
Las alertas pueden
dar decenas de segundos de aviso a los residentes de Los Ángeles, por ejemplo,
si el inicio de un gran terremoto se detectara a una distancia
significativa de la atestada megalópolis de la costa oeste de Estados Unidos.
Los sistemas automáticos
podrían activar frenos para hacer que los trenes aminoren su velocidad antes de
que el terremoto ocurriera, evitando que descarrilamientos
potencialmente catastróficos se sumaran al desastre.
"Un completo sistema de
alerta temprana de terremotos daría dar a los californianos
segundos claves para ponerse a cubierto, ayudar a sus seres queridos, detenerse
su vehículo o salir de un edificio", dijo Padilla al presentar su plan
esta semana.
Según los geólogos, hay un 99%
de posibilidades de que un terremoto capaz de causar una destrucción
generalizada tenga lugar en California en los próximos 30 años. Se estima que
un terremoto de magnitud 7,8 podría matar a 1.800 personas,
herir a 50.000 y dañar más 300.000 edificios.
En 1994, un terremoto de
6,7 grados de magnitud en Los Ángeles dejó al menos 60 muertos y provocó daños
por unos 10.000 millones de dólares; en 1989, un sismo de 6,9 en San Francisco
se cobró la vida de 67 personas.
En el catastrófico megaterremoto de
Japón en 2011, los sensores subterráneos detectaron el primer movimiento
tectónico y enviaron mensajes telefónicos de texto a unos 50 millones de
personas en apenas unos segundos, de acuerdo con Los Angeles Times.
EL "BIG ONE" PODRIA SER EL PROXIMO
El plan de Padilla fue
presentado semanas después de que un estudio realizado por Caltech y la Agencia
de Ciencias Marinas y Tecnología de Japón (JAMSTEC) advirtiera que los grandes
centros poblados de California podrían estar en mayor riesgo del que se pensaba.
El estudio señala
específicamente que los llamados "segmentos de arrastre" sobre las
fallas sísmicas, como la de San Andrés en California, que hasta ahora
se consideraban un amortiguador del impacto de los terremotos, de
hecho podrían empeorar el efecto del temblor.
Los hallazgos del estudio
"implican que sería posible que ocurriera un sismo mayor
del que ahora se prevé, el cual podría incluir tanto el área metropolitana de
Los Ángeles como la de San Francisco", dijo.
Según el experto, el
desarrollo de un sistema de advertencia temprana de terremotos puede
proporcionar desde unos segundos hasta decenas de segundos a muchas personas en
caso de un terremoto de gran magnitud.
Los Ángeles se encuentran en
el llamado Cinturón de Fuego que rodea el Pacífico
y ha provocado varios terremotos devastadores, incluyendo el de marzo de 2011
en Japón y el posterior tsunami que mató a miles de personas.
El "Big One"
podría ser el próximo: sismos importantes en los últimos años han sacudido a
Japón, Indonesia, Chile, Nueva Zelanda y México, pero hasta ahora la costa
oeste de Estados Unidos se ha salvado.
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